Un día escuché en televisión a una holandesa que contaba que en su país, cuando nace un bebé, son los padres quienes envían unas bonitas tarjetas a sus amigos y familiares para dar la noticia e invitarlos a conocer al recién nacido. Las invitaciones suelen enviarse un mes después del nacimiento (un mes después!) y en horario restringido.
La holandesa lo contaba porque vivía en España. Recibió desde el primer día visitas de gente del pueblo que apenas conocía. Era una cuestión de cortesía y educación.
Muchos dirán que los europeos del norte son fríos, cortantes y rígidos con los convencionalismos. Y que son un poco exagerados. No como nosotros, señores, que somos sociables y muy cercanos.
Aquí en los paritorios a veces tienen que cerrar con llave para que no entren los familiares curiosos para preguntar «por qué tarda tanto en salir». El anestesista me contó que había visto en una ocasión algunos que querían entrar con el perro, que al fin y al cabo era uno más de la familia. Una de mis amigas vio entrar a las señoras de la limpieza mientras daba a luz. Y esto no es una exageración. Es verídico.
El calor y la cercanía que el bebé necesita es la de su madre, su padre.
Tranquilidad, intimidad y respeto.
Para ayudar a una nueva mamá el lugar del nacimiento y el tiempo del postparto deberían protagonizarlo la tranquilidad, la intimidad y el respeto.
Un entorno tranquilo y respetuoso:
- permite que el bebé desarrolle el olfato y el oído, tan sensibles durante las primeras horas
- facilita la lactancia, minimizando las intervenciones externas (madres, suegras, vecinos, amigos, familiares varios, desconocidos…)
- ayuda a que la madre esté centrada sólo en su bebé y en sus necesidades
- disminuye los estresores ambientales después de una experiencia «traumática» como es el nacimiento
Para ayudar a una nueva mamá también es necesario respetar su espacio, su lugar y sus deseos. Tanto si se refieren a tener mayor intimidad, a recibir visitas, o a hacer lo que considere adecuado.
Otros países consideran que respetar el espacio del otro es lo adecuado. Aquí podría entenderse como mala educación o dejadez.
Muchas veces intentamos ser corteses y educados. Y otras en realidad es nuestra vanidad, la necesidad de protagonismo, que no nos deja ver qué es lo que los demás necesitan. Así la casa de la holandesa se fue llenando de gente el primer día que su bebé llegó a casa.
¿Cómo puedo ayudar?
Una mamá reciente suele sentirse aturdida, cansada y algo desorientada. Y muchas veces no pedirá ayuda porque siente que tiene que hacerse sola con todo.
- Muéstrate disponible (para hacer algún recado, salir a dar un paseo…)
- Dale tiempo y espacio para adaptarse. Los primeros tiempos son movidos, revueltos, y a veces complicado.
- Escucha si está agobiada, triste e irritable.
- Y si observas que se siente muy desbordada, angustiada y/o con pocas ganas quizás pueda necesitar ayuda profesional.
La maternidad es la carrera más larga y tienes que prepararla sola, porque las asignaturas son difentes con cada hijo y no hay nadie que tenga la adecuada.
Así es! Gracias por pasarte por aquí 😉